miércoles, 10 de febrero de 2016

RELIJUT

¡El Relijut rumor y chisme!
Un rumor tiene en mismo peso que un chisme, ya que la palabra para el rumor o chisme es Relijut.
Un chisme es muy conocido y es aquel que habla de otro u otros en su ausencia.
También es decirle a alguien lo que otros dicen de la persona.
Esto en la Toráh es como vender o propagar entre el pueblo.
Vayikra 19:16
No odiaras a tu hermano en tu corazón;
No propagarás rumores o chismes entre tu pueblo.
Que provoca el relijut:
Sólo reemplaza el shalom por peleas y odio, mismo que puede terminar en desembocadura en la destrucción de familias, amistades o comunidades.
Y'hudah iscariote culminó esto, cuando al comer el lejem y beber el yain Mashíaj le dice, termina lo que has de hacer.
Y'hudah sólo fue propagar o vender una palabras, y era que él entregaría con un beso al Rey.
Así entendiendo el texto de Toráh vayikra 19:16.
Una lashon hará con un Relijut entrega al que dejaba el mensaje en una Lashon tova"lengua buena"
Con este ejemplo podemos apreciar que cada que se participa de un Relijut chisme o rumor, es como si se entregara el mismo cuerpo de Mashíaj, ya que todos por el fuimos redimidos y comprados a precio de sangre.
Shalom.

Una porción de la fuente de la vida

-En una plaza pública había un varón con un frasco pequeño en mano y gritaba;-
¡¡Pase a comprar una pócima traída de la fuente de la vida!!
-La gente sólo pasaba y nadie se acercaba-
-Frente de la plaza había una casa muy lujosa y era de un sabio de Toráh, a lo que el sabio se preguntó-
¿Qué será esa pócima?
-El sabio grito -he sube y venderme tu pócima-
-El que vendía la pócima sabiendo quien era el que se la pedía le contesta-
¡¡Usted no necesita esta pócima!!
-más sin embargo el sabio insistió y el vendedor no le quedó de otra que subir a la casa del sabio y vender la pócima.-
Llegando a la casa del sabio el vendedor de pócimas muestra su frasco, y el sabio le dice:
¡¡Vamos dame la pócima traída de la fuente de la vida qué quiero tener más vida!!
El vendedor destapa el frasco y saca un pequeño rollo de pergamino que decía:
¿Quién es el hombre que desea vida, que desea muchos días para ver el bien?
--Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño.--
A lo que el sabio al escuchar el fragmento de Tehilim 34 dice al vendedor;
-¡¡Toda mi vida he escuchado y leído esta porción y asta hoy en día vengo a comprendedla mucho mejor!!-
Queridos ajim muchas veces hacemos de la lectura bíblica un acto tan cotidiano, que de tanto leer y leer, repetir y repetir asta grabar la LETRA de la misma en uno, se va perdiendo el verdadero valor de lo que en un pequeño texto nos esta regalando Avinu.
Que mejor este texto de tehilim o salmo que con amor y en otras palabras nos exhorta a guardarnos de la lashon hará-lengua perversa y nos regala un camino para obtener vida y poderla disfrutar mucho más días.
Entiende tus palabras y comprenderás el mundo en el que vives.
Shalom Ubrajot.

El anciano y el joven, una reflexión de valor.

Un anciano preguntó a un ciego;
¿Cuál es tu mayor deseo?
-El ciego le respondió- poder ver aunque sea diez minutos a la que me trajo a la vida y al que me cuidó y enseñó lo que soy.

El anciano se retiró y preguntó a una persona que no tenía brazos;
¿Cuál es tu mayor deseo?
-la persona sin brazos respondió- poder dar un abrazo.

Más adelante el anciano preguntó a uno que no tenía pies;
¿Cuál es tu mayor deseo?
-la persona sin pies le contestó- poderme levantar y caminar para no molestar a nadie más una ayuda.

En seguida el anciano le preguntó a un joven que estaba completamente sano;
¿Cuál es tu mayor deseo?
A lo que el joven con un sonido susurrante en su boca tardaba en contestar. 
-El anciano irrumpió en la pregunta que le hizo, al entender que el que esta sano no por tenerlo todo sabe valorar lo que tiene.

El anciano le dijo observa al ciego que sin poder ver, quiere ver a sus padres y eso es la insinuación de honrarlos.
Lo que el ciego no ve físicamente, lo ve espiritual, ya que el querer ver a sus padres, no es verlos por verlos, sino para honrarlos mucho mejor y tal vez sin entenderlo él ciego, anhela guardar mucho mejor el precepto divino.
Después observa al que no tiene brazos, que su anhelo es poder abrazar, sin entender que el hombre esta formado de polvo de la tierra y el polvo de la tierra fue creado con palabras, por lo cual lo que quiere abrazar son letras con vida y eso una semejanza de la Toráh.
Abrazar la instrucción es lo máximo.
Después observa al que no tiene pies, su deseo es querer ayudar, ya que al no querer causar molestias, es querer ayudar, lo que el no entiende es que en su deseo el llama a lo que es más grande en la Toráh "ayudar".

El joven escuchando al anciano le dijo a final de cuentas ellos desean pero no pueden, no se que me quiere enseñar, decía el joven.

El anciano contestó -el quiere como el hacer provienen de lo alto, más tu escuchando ni quieres y ni haces.
Así que entre tu y ellos hay algo símil, sólo que tu estas peor por eso me detuve contigo a explicarte para ayudarte;
Tienes la ceguera que el ciego no tiene.
Te faltan las manos de el que no tiene,
Y te faltan los pies del que los desea.
El joven preguntó al anciano;
¿Cómo te llamas?
-ÉL anciano contestó-
La sabiduría.
Una pequeña reflexión de su Aj Jonathan Martinez.
Por cierto el nombre del joven o la joven, sólo esperó que no sea el TUYO.
Shalom.