lunes, 12 de octubre de 2015

Quien odia a Elohim lo esta aborreciendo.

El que aborrece.

Dentro del segundo mandamiento expresado en el llamado decálogo o los diez mandamientos, se encuentra una sentencia o juicio divino.

Shemot 20:5, que en resumidas palabras dice:
Castigará la maldad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que le aborrecen.

¿Cómo se lleva a cabo esta sentencia?

Primero hay que entender que es aborrecer.
Del hebreo שנא Sane, que significa:
Contrario, enemigo, menospreciar, odiar, detestar enormemente algo o a alguien, cansarse [una persona] de cierta cosa, especialmente de un alimento, o perder interés por algo.

Si observamos parte del significado de cada letra de la palabra שנא Sane, nos permite visualizar un poca más de este tipo de personas:

Sin ש fuego.
Nun נ pez, semilla (hombre)
Alef א guía, líder.

La palabra aborrecer Sane nos dice que es una persona que sólo enciende fuego de desprecio, ira, rencor u oído sobre Elohim y su instrucción, puesto que no acepta las cosas del líder o guía, en este para sujeción.

La persona que práctica este tipo de personalidad, al tener descendencia, el único principio que le transmite a sus hijos es su mal genio y su negativa forma de pensar y su maldad.

Por lo cual cuando los hijos crecen, sólo ponen en práctica lo que en la ESCUELA de su vida aprendieron y ese es su hogar.

Ejemplos:

Cuando el padre o la madre es adúltero, los hijos lo suelen imitar y es aquí donde la sentencia divina se cumple.

¿Qué pasa cuando una persona ya conoce de lo divino y sus juicios?

¿Pagará lo mismo que el que aborrece?

Elohim dicta este juicio sobre los que ya son su pueblo:

Devarim 24:16
Los padres no morirán por los hijos, ni los hijos por los padres; cada uno morirá por su transgresión (pecado)

Yejezkel 18:20
La neshama (alma) que pecare, esa morirá;
El hijo no llevará el pecado del padre, ni en padre llevará el pecado del hijo;
La justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él.

¿Por qué pasa esto?

Dentro de la cultura hebrea hay un acto, que se llama bar mitzva(hijo de mandamiento) para el varón y para la varona bat mitzva(hija de mandamiento)
Misma que representa a la edad de 12 a 13 años que el niño o la niña declaren de conciencia los preceptos a cumplir, preceptos que le dan la madures y una buena guía de vida.

Las naciones toman actos símiles en diferentes edades, pero sólo festejan que su hijo ha cumplido el tiempo de su niñez y pasa a su juventud.

La Toráh literalmente no lo deja ver, pero si anuncia este tipo de actos en algunos pasajes, y hechos de muchos en la escritura, como es el caso de Mashíaj, que a la edad de 12 años se sentó con los maestros de Toráh y él mismo la explicaba, a eso se le llama BAR MITZVA(HIJO DE MANDAMIENTO).

Con este acto se cumple lo que dice la palabra perfecta:
Instruye al niño en su niñez (1-12-13 años) para qué de joven no te sea rebelde y contumaz.

Instrucción es Toráh.

Shalom Ubrajot.