miércoles, 10 de febrero de 2016

Una porción de la fuente de la vida

-En una plaza pública había un varón con un frasco pequeño en mano y gritaba;-
¡¡Pase a comprar una pócima traída de la fuente de la vida!!
-La gente sólo pasaba y nadie se acercaba-
-Frente de la plaza había una casa muy lujosa y era de un sabio de Toráh, a lo que el sabio se preguntó-
¿Qué será esa pócima?
-El sabio grito -he sube y venderme tu pócima-
-El que vendía la pócima sabiendo quien era el que se la pedía le contesta-
¡¡Usted no necesita esta pócima!!
-más sin embargo el sabio insistió y el vendedor no le quedó de otra que subir a la casa del sabio y vender la pócima.-
Llegando a la casa del sabio el vendedor de pócimas muestra su frasco, y el sabio le dice:
¡¡Vamos dame la pócima traída de la fuente de la vida qué quiero tener más vida!!
El vendedor destapa el frasco y saca un pequeño rollo de pergamino que decía:
¿Quién es el hombre que desea vida, que desea muchos días para ver el bien?
--Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño.--
A lo que el sabio al escuchar el fragmento de Tehilim 34 dice al vendedor;
-¡¡Toda mi vida he escuchado y leído esta porción y asta hoy en día vengo a comprendedla mucho mejor!!-
Queridos ajim muchas veces hacemos de la lectura bíblica un acto tan cotidiano, que de tanto leer y leer, repetir y repetir asta grabar la LETRA de la misma en uno, se va perdiendo el verdadero valor de lo que en un pequeño texto nos esta regalando Avinu.
Que mejor este texto de tehilim o salmo que con amor y en otras palabras nos exhorta a guardarnos de la lashon hará-lengua perversa y nos regala un camino para obtener vida y poderla disfrutar mucho más días.
Entiende tus palabras y comprenderás el mundo en el que vives.
Shalom Ubrajot.

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