El libro de Tobias considerado como un libro apócrifo, pero con relatos de comedia y hechos verídicos en la participación del Malak Rafael.
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LIBRO DE TOBIAS
CAPÍTULO 1
1:1 Libro de los hechos de
Tobit, hijo de Tobiel, hijo de Ananiel, hijo de Aduel, hijo de Gabael, hijo de
Rafael, hijo de Ragüel, de la descendencia de Asiel, de la tribu de Neftalí.
1:2 En tiempos de Salmanasar, rey de Asiria, Tobit
fue deportado de Tisbé, que está al sur de Cades de Neftalí, en la Alta
Galilea, más arriba de Hasor, hacia el oeste, y al norte de Sefet.
Presentación de Tobit. El
deportado
Memorias de un varón justo. En ellas el
redactor evoca más de dos siglos de la historia de Yisrael, desde la
destrucción de Samaria hasta la época de la decadencia caldea. Tobit se ha
adaptado bien a la vida del desierto. Pero se conserva fiel a la Toráh dada a
Moshe.
1:3 Yo, Tobit, seguí los caminos de la verdad y de
la justicia todos los días de mi vida. Hice muchas ofrendas a mis hermanos y a
mis compatriotas deportados conmigo a Nínive, en el país de los Asirios.
1:4 Cuando yo era joven y vivía en mi país, en la
tierra de Yisrael, toda la tribu de mi antepasado Neftalí se había separado de
la casa de David y de Yahrushaláyim, la ciudad elegida entre todas las tribus
de Yisrael para ofrecer sacrificios, donde se había edificado y consagrado para
todas las generaciones futuras el Templo en el que habita ELOHA YHWH.
1:5 Todos mis hermanos y la familia de Neftalí,
ofrecían sacrificios sobre todas las montañas de Galilea al ternero que
Jeroboám, rey de Yisrael, había hecho en Dan.
1:6 Muchas veces yo era el único que iba en
peregrinación a Yahrushaláyim, conforme a la prescripción que obliga para
siempre a todo Yisrael. Me apresuraba a llevar a Yahrushaláyim las primicias de
los frutos y de los animales, el diezmo del ganado y las primicias de la
esquila de las ovejas.
1:7 Entregaba todo eso a los kohanim, hijos de
Aarón, para los sacrificios del altar. A los levitas que cumplían sus funciones
en Yahrushaláyim, les entregaba el diezmo del vino y del trigo, del olivo, de
las granadas y de los otros frutos. Cambiaba por dinero el segundo diezmo e iba
a gastarlo cada año en Yahrushaláyim.
1:8 El tercer diezmo lo daba a los huérfanos, a las
viudas y a los prosélitos que vivían con los Yisraelitas: lo repartía cada tres
años, y lo comíamos, siguiendo las prescripciones de la Toráh dada a Moshe y
las instrucciones de Débora, madre de nuestro antepasado Ananiel, porque mi
padre había muerto, dejándome huérfano.
1:9 Cuando me hice hombre, me casé con una mujer de
la descendencia de nuestros padres que se llamaba Ana, y de ella tuve un hijo,
al que llamé Tobías.
Tobit
en el destierro
1:10 Después que me
deportaron a Asiria y fui llevado cautivo, llegué a Nínive. Todos mis hermanos
y mis compatriotas comían de los manjares de los paganos(Lv 11:4-8).
1:11 Pero yo me cuidaba muy bien de comer esos
manjares.
1:12 Y como me acordaba de mi ELOHA YHWH de todo
corazón,
1:13 el Altísimo me concedió el favor de Salmanasar,
y llegué a ser el encargado de sus compras.
1:14 Yo iba a Media y hacía las compras, hasta que
él murió. En una ocasión, dejé en casa de Gabael, hermano de Gabrí, en el país
de los Medos, unas bolsas con diez talentos de plata.
1:15 Al morir Salmanasar, reinó en lugar de él su
hijo Senaquerib. Entonces se interrumpieron las comunicaciones con Media, y ya
no pude volver allí.
1:16 En tiempos de Salmanasar, yo hacía muchas ofrendas
a mis compatriotas.
1:17 Daba mi pan a los hambrientos, vestía a los que
estaban desnudos y enterraba a mis compatriotas, cuando veía que sus cadáveres
eran arrojados por encima de las murallas de Nínive.
1:18 También enterré a los que mandó matar Senaquerib
cuando tuvo que huir de Yahuda, después del castigo que le infligió el Rey del
Cielo por todas las blasfemias que había proferido. Lleno de cólera, Senaquerib
mató a muchos Yisraelitas: yo ocultaba sus cuerpos para enterrarlos, y aunque
él los buscaba, no podía encontrarlos.
1:19 Un ninivita informó al rey que era yo el que
los enterraba clandestinamente. Cuando supe que el rey estaba informado de eso
y que me buscaba para matarme, tuve miedo y me escapé.
1:20 Todos mis bienes fueron embargados y confiscados
para el tesoro real: no me quedó nada, excepto mi esposa Ana y mi hijo Tobías.
1:21 Pero antes de cuarenta días, el rey fue
asesinado por sus dos hijos, que luego huyeron a los montes de Ararat. Su hijo
Asaradón, reinó en lugar de él y confió a Ajicar, hijo de mi hermano Anael, la
contabilidad y la administración general del reino.
1:22 Entonces Ajicar intercedió por mí y pude volver
a Nínive. Bajo el reinado de Senaquerib, rey de Asiria, él había sido copero
mayor, guardasellos, administrador y contador, y Asaradón lo confirmó en esos
cargos. Él pertenecía a mi familia, era mi sobrino.
Las
buenas obras de Tobit
2:1 Durante el reinado de
Asaradón regresé a mi casa y me devolvieron a mi mujer Ana y a mi hijo Tobías.
En nuestra fiesta de Shavuot, que es la kadosh fiesta de las siete Semanas, me
prepararon una buena comida y yo me dispuse a comer.
2:2 Cuando me encontré con la mesa llena de
manjares, le dije a mi hijo Tobías: "Hijo mío, ve a buscar entre nuestros
hermanos deportados en Nínive a algún pobre que se acuerde de todo corazón del
Señor, y tráelo para que comparta mi comida. Yo esperaré hasta que tú
vuelvas".
2:3 Tobías salió a buscar a un pobre entre nuestros
hermanos, pero regresó, diciéndome: "¡Padre!". Yo le pregunté:
"¿Qué pasa, hijo?" Y él agregó: "Padre, uno de nuestro pueblo ha
sido asesinado: lo acaban de estrangular en la plaza del mercado, y su cadáver
está tirado allí".
2:4 Entonces me levanté rápidamente y, sin probar la
comida, fui a retirar el cadáver de la plaza, y lo deposité en una habitación
para enterrarlo al atardecer.
2:5 Al volver, me lavé y me puse a comer muy
apenado,
2:6 recordando las palabras del profeta Amós contra
Betel: "Sus fiestas se convertirán en duelo y todos sus cantos en
lamentaciones".
2:7 Y me puse a llorar. A la caída del sol, cavé una
fosa y enterré el cadáver.
2:8 Mis vecinos se burlaban de mí, diciendo:
"¡Todavía no ha escarmentado! Por este mismo motivo ya lo buscaron para
matarlo. ¡Apenas pudo escapar, y ahora vuelve a enterrar a los muertos!"
La
ceguera de Tobit
2:9 Aquella misma noche,
después de bañarme, salí al patio y me acosté a dormir junto a la pared, con la
cara descubierta a causa del calor.
2:10 Yo no sabía que arriba, en la pared, había unos
gorriones; de pronto, su estiércol caliente cayó sobre mis ojos, produciéndome
unas manchas blancas. Me hice atender por los médicos, pero cuantos más remedios
me aplicaban, menos veía a causa de las manchas, hasta que me quedé
completamente ciego. Así estuve cuatro años privado de la vista, y todos mis
parientes estaban afligidos. Ajicar me proveyó de lo necesario durante dos
años, hasta que partió para Elimaida.
2:11 Desde ese momento, mi esposa Ana empezó a
trabajar en labores femeninas: hilaba lana,
2:12 enviaba el tejido a sus clientes y recibía el
pago correspondiente. Una vez, el siete del mes de Distros, terminó un tejido y
lo entregó a sus clientes. Estos le pagaron lo que correspondía y, además, le
regalaron un cabrito para comer.
2:13 Cuando entró en mi casa, el cabrito comenzó a
balar. Yo llamé a mi mujer y le pregunté: "¿De dónde salió este cabrito?
¿No habrá sido robado? Devuélvelo a sus dueños, porque no podemos comer nada
robado".
2:14 Ella me respondió: "¡Pero si es un regalo
que me han hecho, además del pago!" Yo no le creí e insistía en que lo
devolviera a sus dueños, llegando a enojarme con ella por este asunto. Entonces
ella me replicó: "¿Para qué te sirvieron tus ofrendas y tus obras de
justicia? ¡Ahora se ve bien claro!"
La
oración de Tobit
3:1 Con el alma llena de
aflicción, suspirando y llorando, comencé a orar y a lamentarme, diciendo:
3:2 "Tú eres justo, Señor,
y todas tus obras son justas.
Todos tus caminos son fidelidad y verdad,
y eres tú el que juzgas al mundo.
3:3 Y ahora, Señor, acuérdate de mí y mírame;
no me castigues por mis pecados y mis errores,
ni por los que mis padres cometieron delante de ti.
3:4 Ellos desoyeron tus mandamientos
y tú nos entregaste al saqueo,
al cautiverio y a la muerte,
exponiéndonos a las burlas,
a las habladurías y al escarnio
de las naciones donde nos has dispersado.
3:5 Sí, todos tus juicios son verdaderos,
cuando me tratas así por mis pecados,
ya que no hemos cumplido tus mandamientos
ni hemos caminado en la verdad delante de ti.
3:6 Trátame ahora como mejor te parezca:
retírame el aliento de vida,
para que yo desaparezca de la tierra y quede reducido a
polvo.
Más me vale morir que vivir,
porque he escuchado reproches injustos
y estoy agobiado por la tristeza.
Líbrame, Señor, de tanta opresión,
déjame partir hacia la morada eterna
y no apartes de mí tu rostro, Señor.
Es preferible para mí la muerte,
antes que ver tanta opresión en mi vida
y seguir escuchando insultos".
En
Ecbátana Sarra o Sara vive otro drama, También ella ve arruinada su vida. Un
demonio la persigue y mata uno tras otro
a todos sus maridos. ELOHA va a restablecer el orden de las cosas. Envía a su
malak Rafael.
Las
desgracias de Sara
3:7 Ese mismo día sucedió
que Sara, hija de Ragüel, que vivía en Ecbátana, en Media, fue insultada por
una de las esclavas de su padre.
3:8 Porque Sara se había casado siete veces, pero el
malvado demonio Asmodeo había matado a sus maridos, uno después de otro, antes
de que tuvieran relaciones con ella. La esclava le dijo: "¡Eres tú la que
matas a tus maridos! ¡Te has casado con siete y ni uno solo te ha dado su
nombre!
3:9 Que tus maridos hayan muerto no es razón para
que nos castigues. ¡Ve a reunirte con ellos y que jamás veamos ni a un hijo ni
a una hija tuyos!".
3:10 Aquel día, Sara se entristeció mucho, se puso a
llorar y subió a la habitación de su padre, con la intención de ahorcarse. Pero
luego pensó: "¿Y si esto da motivo a que insulten a mi padre y le digan:
'Tú no tenías más que una hija querida, y ella se ha ahorcado por sus
desgracias'? No quiero que por culpa mía mi anciano padre baje a la tumba lleno
de tristeza. Mejor será que no me ahorque, sino que pida al Señor que me haga
morir. Así no oiré más insultos en mi vida".
La
oración de Sara
3:11 Entonces, extendiendo
los brazos hacia la ventana, Sara oró de este modo:
"¡Bendito seas, ELOHA YHWH bondadoso,
y bendito sea tu Nombre para siempre!
¡Que todas tus obras te bendigan perpetuamente!
3:12 Ahora yo elevo mi rostro y mis ojos hacia ti.
3:13 ¡Líbrame de esta tierra,
para que no oiga más insultos!
3:14 Tú sabes, Señor,
que yo he permanecido pura,
porque ningún hombre me ha tocado;
3:15 no he manchado mi nombre
ni el nombre de mi padre,
en el país de mi destierro.
Soy la única hija de mi padre;
él no tiene otro hijo que sea su heredero,
ni tiene hermanos ni pariente cercano
a quien darme como esposa.
Ya he perdido siete maridos,
¿por qué debo vivir todavía?
Si no quieres hacerme morir, Señor,
mírame y compadécete de mí,
para que no tenga que oír más insultos".
La
misión del Malak Rafael
3:16 A un mismo tiempo,
fueron acogidas favorablemente ante la gloria de ELOHA YHWH las plegarias de
Tobit y de Sara,
3:17 y fue enviado Rafael para curar a los dos: para
quitar las manchas blancas de los ojos de Tobit, a fin de que viera con ellos
la luz de ELOHA YHWH, y para dar a Sara, hija de Ragüel, como esposa a Tobías,
hijo de Tobit, librándola del malvado demonio Asmodeo. Porque Tobías tenía
derecho a ser su esposo, antes que todos los demás pretendientes. En aquel
mismo momento, Tobit volvía del patio al interior de su casa, y Sara, hija de
Ragüel, bajaba de la habitación alta.
Tobit envía a su hijo Tobias a
un viaje de negocios. Es una ocasión ara recoger un buen número de exigencias
de la Toráh. En estos consejos se descubre la mentalidad peculiar de los Libros
sapienciales, redactados por la época en que se escribe el libro de Tobias
Los
consejos de Tobit a su hijo
4:1 Aquel día, Tobit se
acordó del dinero que había dejado en depósito a Gabael, en Ragués de Media,
4:2 y pensó: "Ya que he pedido la muerte, haría
bien en llamar a mi hijo Tobías para hablarle de ese dinero antes de
morir".
4:3 Entonces llamó a su hijo Tobías y, cuando este
se presentó, le dijo:
"Entiérrame dignamente. Honra a tu madre, y no la
abandones ningún día de su vida. Trata de complacerla y no la entristezcas.
4:4 Acuérdate, hijo mío, de todos los peligros a que
estuvo expuesta por tu causa, mientras te llevaba en su seno. Y cuando muera,
entiérrala junto a mí en la misma tumba.
4:5 Acuérdate del Señor todos los días de tu vida,
hijo mío, y no peques deliberadamente ni quebrantes sus mandamientos. Realiza
obras de justicia todos los días de tu vida y no sigas los caminos de la
injusticia.
4:6 Porque si vives conforme a la verdad, te irá
bien en todas tus obras
4:7 como a todos los que practican la justicia.
Da limosna de tus bienes y no lo hagas de mala gana. No
apartes tu rostro del pobre y el Señor no apartará su rostro de ti.
4:8 Da limosna según la medida de tus posibilidades:
si tienes poco, no temas dar de lo poco que tienes.
4:9 Así acumularás un buen tesoro para el día de la
necesidad.
4:10 Porque la limosna libra de la muerte e impide
caer en las tinieblas:
4:11 la limosna es, para todos los que la hacen, una
ofrenda valiosa a los ojos del Altísimo.
4:12 Cuídate, hijo mío, de toda unión ilegítima y,
sobre todo, elige una mujer del linaje de tus padres. No tomes por esposa a una
extranjera, que no pertenezca a la tribu de tu padre, porque nosotros somos
hijos de profetas. Acuérdate, hijo mío, de Noé, de Abraham, de Isaac y de
Jacob, nuestros antiguos padres: ellos eligieron sus esposas entre las mujeres
de sus parientes. Por eso fueron bendecidos en sus hijos y su descendencia
poseerá la tierra en herencia.
4:13 Por lo tanto, hijo mío, prefiere a tus
hermanos; no te muestres orgulloso con los hijos y las hijas de tu pueblo,
rehusando tomar una esposa entre ellos. Porque el orgullo acarrea la ruina y un
gran desorden, y la ociosidad lleva a la decadencia y a la miseria; ella es, en
efecto, madre de la penuria.
4:14 No retengas hasta el día siguiente el salario
de un trabajador; retribúyele inmediatamente y, si sirves a ELOHA YHWH, él te
lo retribuirá. Hijo mío, vigila todas tus acciones y muéstrate siempre bien
educado.
4:15 No hagas a nadie lo que no te agrada a ti. No
bebas hasta embriagarte y que la embriaguez no te acompañe en el camino.
4:16 Comparte tu pan con los que tienen hambre y tus
vestidos con los que están desnudos. Da limosna de todo lo que te sobra y no lo
hagas de mala gana.
4:17 Ofrece tu pan sobre la tumba de los justos,
pero no lo des a los pecadores.
4:18 Pide consejo a las personas sensatas y no
desprecies un buen consejo.
4:19 En cualquier circunstancia bendice al Señor, tu
ELOHA YHWH; pídele que dirija tus pasos y que todos tus caminos y todos tus
proyectos lleguen a feliz término. Porque ningún pueblo posee la sabiduría,
sino que es el Señor el que da todos los bienes: él humilla a quien quiere,
hasta lo más profundo del Abismo. Hijo mío, acuérdate de estos preceptos, y que
nunca se borren de tu corazón.
4:20 Y ahora, quiero hacerte saber que yo dejé en
depósito a Gabael, hijo de Gabrí, en Ragués de Media, diez talentos de plata.
4:21 No te preocupes de que nos hayamos empobrecido.
Tú tienes una riqueza muy grande si temes a ELOHA YHWH, si evitas cualquier
pecado y si haces lo que agrada al Señor, tu ELOHA YHWH".
Los
preparativos para el viaje de Tobías
5:1 Entonces Tobías
respondió a su padre Tobit: "Yo haré, padre, todo lo que me has ordenado.
5:2 Pero ¿cómo podré recuperar ese dinero que tiene
Gabael? Él no me conoce a mí ni yo a él. ¿Qué señal le daré para que me
reconozca, me crea y me entregue el dinero? Además, no sé qué camino hay que
tomar para ir a Media".
5:3 Tobit le dijo: "Él me dio un recibo y yo le
di otro; lo dividí en dos partes, cada uno tomó la suya y yo puse mi parte con
el dinero. Ya hace veinte años que deposité esa suma. Ahora, hijo mío, busca
una persona de confianza para que te acompañe; le pagaremos un sueldo hasta que
vuelvas. Ve entonces a recuperar ese dinero".
El
encuentro de Tobías con el Malak Rafael
5:4 Tobías salió a buscar
un buen guía, que conociera el camino para ir con él a Media. Afuera encontró
al Malak Rafael, que estaba de pie frente a él y, sin sospechar que era un Malak
de ELOHA YHWH,
5:5 le preguntó: "¿De dónde eres, amigo?"
El Malak le respondió: "Soy uno de tus hermanos Yisraelitas, y he venido a
buscar trabajo por aquí". Tobías le dijo: "¿Conoces el camino para ir
a Media?"
5:6 "¡Por supuesto!, le respondió el Malak. He
estado allí muchas veces y conozco todos los caminos de memoria. He ido
frecuentemente a Media y me he alojado en casa de Gabael, uno de nuestros
hermanos, que vive en Ragués de Media. Hay dos días de camino desde Ecbátana
hasta Ragués, porque Ragués está situada en la montaña y Ecbátana en medio de
la llanura".
5:7 Tobías le dijo: "Espérame, amigo, mientras
voy a avisar a mi padre, porque necesito que vengas conmigo. Yo te pagaré tu
sueldo".
5:8 El Malak le respondió: "Te espero aquí,
pero no tardes".
5:9 Tobías entró a avisar a su padre que había
encontrado a uno de sus hermanos Yisraelitas. Y Tobit le dijo:
"Preséntamelo, para que yo sepa a qué familia y a qué tribu pertenece.
Quiero saber si se puede confiar en él para que te acompañe". Tobías salió
a llamarlo y le dijo: "Amigo, mi padre te llama".
El
diálogo de Tobit con el Malak
5:10 El Malak entró en la
casa, Tobit lo saludó primero y aquel le respondió: "Mis parabienes,
hermano". Pero Tobit le dijo: "¿Qué alegría puedo tener? Estoy ciego,
no veo más la luz del sol y me encuentro sumergido en la oscuridad, como los
muertos que ya no contemplan la luz. Estoy enterrado en vida; oigo la voz de
los hombres, pero no los veo". El Malak le dijo: "¡Ánimo! ELOHA YHWH
te curará pronto". Tobit añadió: "Mi hijo Tobías desea ir a Media.
¿Podrías tú acompañarlo como guía? Yo te pagaré un sueldo, hermano". El Malak
le respondió: "Estoy dispuesto a acompañarlo. Conozco todos los caminos;
he ido varias veces a Media, he atravesado todas sus llanuras y conozco muy
bien los senderos de sus montañas".
5:11 Tobit le preguntó: "¿Quieres decirme,
hermano, de qué familia y de qué tribu eres?"
5:12 "¿Qué importa mi tribu?", le dijo el Malak.
Tobit insistió: "Quiero saber con seguridad de quién eres hijo y cómo te
llamas".
5:13 El Malak le respondió: "Yo soy Azarías,
hijo de Ananías el Grande, uno de tus hermanos".
5:14 Tobit le dijo: "¡Bienvenido, hermano, y
salud! No tomes a mal que haya querido conocer la verdad acerca de tu familia.
Por lo visto, eres un hermano de respetable y noble origen. Conozco a Ananías y
a Natán, los dos hijos de Semeías el Grande. Ellos me acompañaban a Yahrushaláyim;
allí adoraban junto conmigo, y nunca se apartaron del buen camino. Tus hermanos
son hombres de bien y tú eres de buena estirpe. ¡Sé bienvenido!"
5:15 Luego siguió diciendo: "Te pagaré como
sueldo una dracma diaria, y tendrás todo lo que necesites, lo mismo que mi
hijo.
5:16 Acompáñalo, y yo te daré un sobresueldo".
El Malak respondió: "Sí, iré con él, no tengas miedo. Volveremos tan bien
como hemos salido, porque el camino es seguro".
5:17 Tobit exclamó: "¡Bendito seas,
hermano!" Después llamó a su hijo y le dijo: "Hijo mío, prepara lo
necesario para el viaje y parte con tu hermano. El ELOHA YHWH que está en el
cielo los proteja y los haga volver a mi lado sanos y salvos. ¡Que su Malak los
acompañe con su protección, hijo mío!"
La
partida de Tobías
Tobías
salió para ponerse en camino, y abrazó a su padre y a su madre. Tobit le dijo:
"¡Buen viaje!"
5:18 Su madre se puso a llorar y dijo a Tobit:
"¿Por qué has hecho partir a mi hijo? ¿Acaso no es el bastón de nuestra
mano, el que guía nuestros pasos?
5:19 ¿Para qué acumular más dinero? No importa nada
comparado con nuestro hijo.
5:20 Con lo que el Señor nos daba para vivir ya
teníamos bastante".
5:21 Tobit le respondió: "¡No pienses eso!
Nuestro hijo se va muy bien y volverá junto a nosotros con toda felicidad; tus
propios ojos verán el día en que regresará sano y salvo. No te preocupes ni
temas por ellos, hermana.
5:22 Un Malak bueno lo acompañará, él hará un buen
viaje y volverá sano". Y ella dejó de llorar.
El
pez del río Tigris
6:1 El joven partió con el
Malak, y el perro los seguía. Caminaron los dos y, al llegar la primera noche,
acamparon a orillas del río Tigris.
6:2 El joven bajó a lavarse los pies en el río, y de
pronto saltó del agua un gran pez que intentó devorarle el pie. El joven gritó,
6:3 pero el Malak le dijo: "¡Agárralo y no lo
dejes escapar!". Entonces él se apoderó del pez y lo sacó a tierra.
6:4 El Malak le dijo: "Ábrelo, sácale la hiel,
el corazón y el hígado, y colócalos aparte; luego tira las entrañas. Porque la
hiel, el corazón y el hígado son útiles como remedios utilez".
6:5 El joven abrió el pez, y le sacó la hiel, el
corazón y el hígado. Asó una parte del pez y la comió, y guardó la otra parte
después de haberla salado.
6:6 Luego los dos juntos continuaron su camino hasta
llegar cerca de Media.
6:7 Entre tanto, el joven preguntó al Malak:
"Hermano Azarías, ¿qué clase de remedio hay en el corazón, en el hígado y
en la hiel del pez?"
6:8 El Malak le respondió: "Si se quema el
corazón o el hígado del pez delante de un hombre o de una mujer atacados por un
demonio o espíritu maligno, cesan los ataques y desaparecen para siempre.
6:9 En cuanto a la hiel, sirve para ungir los ojos
afectados de manchas blancas: basta con soplar sobre esas manchas para que se
curen".
La
propuesta de matrimonio con la hija de Ragüel
6:10 Cuando entraron en
Media y ya se acercaban a Ecbátana,
6:11 Rafael dijo al joven: "¡Hermano Tobías!"
Este le preguntó: "¿Qué quieres?" El Malak continuó: "Es
necesario que pasemos esta noche en casa de Ragüel; él es pariente tuyo y tiene
una hija que se llama Sara.
6:12 Ella es su única hija. Por ser tú el pariente
más cercano, tienes más derecho sobre ella que todos los demás, y es justo que
recibas la herencia de su padre. Es una joven seria, decidida y muy hermosa, y
su padre es una persona honrada".
6:13 Y añadió: "Tú tienes el derecho de casarte
con ella. Escúchame, hermano: esta misma noche, yo hablaré de ella a su padre
para que él la haga tu prometida; y cuando volvamos de Ragués, celebraremos la
boda. Yo sé que Ragüel no podría negártela ni comprometerla con otro, sin
hacerse reo de muerte, conforme a lo prescrito en el Libro de Moisés. Él sabe,
en efecto, que a ti te corresponde tomar por esposa a su hija antes que
cualquier otro. Por eso, óyeme bien, hermano: esta noche, hablaremos de la
joven y la pediremos en matrimonio. Cuando volvamos de Ragués, la tomaremos y
la llevaremos con nosotros a tu casa".
El
temor de Tobías y las recomendaciones del Malak
6:14 Tobías dijo a Rafael:
"Hermano Azarías, he oído decir que ella se ha casado siete veces, y que
todos sus maridos han muerto la noche misma de la boda, apenas se acercaban a
ella. También he oído decir que es un demonio el que los mataba.
6:15 Yo tengo miedo, ya que a ella no le hace ningún
mal, porque la ama, pero mata a todo el que intenta tener relaciones con ella.
Yo soy hijo único, y si muero, mi padre y mi madre bajarán a la tumba llenos de
dolor por mi causa. Y ellos no tienen otro hijo que les dé sepultura".
6:16 El Malak le dijo: "¿No recuerdas que tu
padre te recomendó casarte con una mujer de tu familia? Escúchame bien,
hermano. No te preocupes de ese demonio y cásate con ella. Estoy seguro de que
esta noche te la darán por esposa.
6:17 Pero eso sí, cuando entres en la habitación,
toma una parte del hígado y del corazón del pez, y colócalos sobre el brasero
de los perfumes. Entonces se extenderá el olor, y cuando el demonio lo huela,
huirá y nunca más aparecerá a su lado.
6:18 Antes de tener relaciones con ella, levántense
primero los dos para orar y supliquen al Señor del cielo que tenga misericordia
de ustedes y los salve. No tengas miedo, porque ella está destinada para ti
desde siempre y eres tú el que debe salvarla. Ella te seguirá, y yo presiento
que te dará hijos que serán para ti como hermanos. No te preocupes".
6:19 Cuando Tobías oyó decir esto a Rafael y supo
que Sara era hermana suya, de la misma descendencia que la familia de su padre,
la amó intensamente y se enamoró de ella.
El
recibimiento en la casa de Ragüel
7:1 Cuando llegaron a
Ecbátana, Tobías dijo: "Hermano Azarías, llévame directamente a la casa de
nuestro hermano Ragüel". El Malak lo llevó y encontraron a Ragüel sentado
a la puerta del patio. Ellos lo saludaron primero, y él les respondió:
"¡Salud, hermanos, sean bienvenidos!" Y los hizo pasar a su casa.
7:2 Luego dijo a su mujer Edna: "¡Cómo se
parece este joven a mi hermano Tobit!"
7:3 Edna les preguntó: "¿De dónde son,
hermanos?". Ellos les respondieron: "Somos de los hijos de Neftalí
deportados a Nínive".
7:4 "¿Conocen ustedes a nuestro hermano
Tobit?", les dijo ella. "Sí, lo conocemos", le respondieron.
Ella les preguntó: "¿Cómo está?"
7:5 "Vive todavía y está bien", le
dijeron. Y Tobías agregó: "Es mi padre".
7:6 Ragüel se levantó de un salto, lo besó y lloró.
7:7 Después le dijo: "¡Bendito seas, hijo mío!
Tienes un padre excelente. Es una gran desgracia que un hombre tan justo y
generoso se haya quedado ciego". Y echándose al cuello de su hermano
Tobías, se puso a llorar.
7:8 También lloró su mujer Edna y su hija Sara.
7:9 Luego mataron un cordero del rebaño y los
recibieron cordialmente.
La
promesa de Ragüel a Tobías
Después
de lavarse y bañarse, se pusieron a comer. Entonces Tobías dijo a Rafael:
"Hermano Azarías, dile a Ragüel que me dé por esposa a mi hermana
Sara".
7:10 Ragüel lo oyó y dijo al joven: "Come y
bebe, y disfruta de esta noche, porque nadie tiene más derecho que tú, hermano,
a casarse con mi hija Sara. Ni siquiera yo puedo dársela a otro, ya que tú eres
mi pariente más cercano. Pero ahora, hijo mío, te voy a hablar con toda
franqueza.
7:11 Ya se la he dado a siete de nuestros hermanos,
y todos murieron la primera noche que iban a tener relaciones con ella. Por el
momento, hijo mío, come y bebe; el Señor intervendrá en favor de ustedes".
7:12 Pero Tobías le replicó: "No comeré ni
beberé hasta que hayas tomado una decisión sobre este asunto". Ragüel le
respondió: "¡Está bien! Ella te corresponde a ti según lo prescrito en la Toráh
dada a Moshe, y el Cielo decreta que te sea dada. Recibe a tu hermana. Desde
ahora, tú eres su hermano y ella es tu hermana. A partir de hoy, es tuya para
siempre. Que el Señor los asista esta noche, hijo mío, y les conceda su
misericordia y su paz".
El
matrimonio de Tobías y Sara
7:13 Ragüel hizo venir a
su hija Sara. Cuando ella llegó, la tomó de la mano y se la entregó a Tobías,
diciendo: "Recíbela conforme a la Ley y a lo que está prescrito en el Libro
de Moisés, que mandan dártela por esposa. Tómala y llévala sana y salva a la
casa de tu padre. ¡Que el ELOHA YHWH del cielo los conduzca en paz por el buen
camino!"
7:14 Después llamó a la madre y le pidió que trajera
una hoja de papiro. En ella redactó el contrato matrimonial, por el que
entregaba a su hija como esposa de Tobías, conforme a lo prescrito en la Toráh
dada a Moshe. Después empezaron a comer y a beber.
7:15 Ragüel llamó a su esposa Edna y le dijo:
"Hermana, prepara la otra habitación, y llévala allí a Sara". 16 Ella
fue a preparar la habitación, como se lo había dicho su esposo, llevó allí a
Sara y se puso a llorar. Luego enjugó sus lágrimas y le dijo: "¡Ánimo,
hija mía! ¡Que el Señor del cielo cambie tu pena en alegría!" Y salió.
CAPÍTULO 8
La expulsión del
demonio
8:1 Cuando terminaron de comer y beber, decidieron ir
a acostarse. Acompañaron al joven y lo hicieron entrar en la habitación.
8:2 Entonces Tobías se acordó de los
consejos de Rafael, sacó de su bolsa el hígado y el corazón del pez y los
colocó sobre el brasero de los perfumes.
8:3 El olor del pez alejó al demonio y
este huyó por el aire hacia las regiones de Egipto. Rafael lo persiguió, lo
sujetó y lo encadenó al instante.
La oración de
Tobías
8:4 Mientras tanto, los padres habían salido de la
habitación y cerraron la puerta. Tobías se levantó de la cama y dijo a Sara:
"Levántate, hermana, y oremos para pedir al Señor que nos manifieste su
misericordia y su salvación".
8:5 Ella se levantó, y los dos se
pusieron a orar para alcanzar la salvación. Él comenzó así:
"¡Bendito seas, ELOHA
YHWH de nuestros padres,
y bendito sea tu
Nombre
por todos los siglos
de los siglos!
¡Que te bendigan los
cielos
y todas tus
criaturas
por todos los
siglos!
8:6 Tú creaste a Adán
e hiciste a Eva, su
mujer,
para que le sirviera
de ayuda y de apoyo,
y de ellos dos nació
el género humano.
Tú mismo dijiste:
'No conviene que el
hombre esté solo.
Hagámosle una ayuda
semejante a él'.
8:7 Yo ahora tomo por esposa a esta
hermana mía,
no para satisfacer
una pasión desordenada,
sino para constituir
un verdadero matrimonio.
¡Ten misericordia de
ella y de mí,
y concédenos llegar
juntos a la vejez!".
8:8 Ambos dijeron: "¡Amén,
amén!",
8:9 y se acostaron a dormir.
El temor no
confirmado de Ragüel
Cuando Ragüel se
levantó, llamó a sus servidores y fue con ellos a cavar una fosa.
8:10 Porque había pensado: "No sea
que Tobías haya muerto y nos expongamos a caer en el ridículo".
8:11 Apenas terminaron de cavar la fosa,
Ragüel volvió a la casa, llamó a su mujer
8:12 y le dijo: "Manda a una de las
sirvientas a la habitación, para ver si él está vivo. Así, si está muerto, lo
enterraremos sin que nadie se entere".
8:13 Mandaron adelante a la sirvienta,
encendieron la lámpara y abrieron la puerta. Ella entró y los encontró a los
dos juntos, profundamente dormidos.
8:14 Luego salió y les avisó: "Está
vivo; no ha pasado nada malo".
La oración de
Ragüel
8:15 Entonces Ragüel bendijo al ELOHA YHWH del
cielo, diciendo:
"¡Bendito seas,
Señor,
con la más pura
bendición!
¡Que te bendigan por
todos los siglos!
8:16 ¡Bendito seas por la alegría que me
has dado!
No ha sucedido lo que
yo temía,
sino que nos has
tratado según tu gran misericordia.
8:17 ¡Bendito seas por haberte
compadecido
de estos dos hijos
únicos!
¡Manifiéstales,
Señor, tu misericordia y tu salvación,
y concédeles una vida
llena de alegría y de gracia!"
8:18 Después Ragüel ordenó a sus
servidores que rellenaran la fosa, antes que amaneciera.
La fiesta y el
regalo de bodas
8:19 Luego dijo a su mujer que hiciera una hornada de
pan, y él fue al establo, tomó dos bueyes y cuatro carneros, mandó cocinarlos y
comenzaron los preparativos.
8:20 Hizo llamar a Tobías y le dijo:
"Durante catorce días no te moverás de este lugar. Te quedarás aquí,
comiendo y bebiendo conmigo, y alegrando a mi hija que ha sufrido tanto.
8:21 Después tomarás la mitad de mis
bienes y volverás sano y salvo a la casa de tu padre. Cuando mi mujer y yo
hayamos muerto, también recibirás la otra mitad. ¡Ánimo, hijo mío! Yo soy tu
padre y Edna es tu madre. Desde ahora y para siempre, estamos unidos a ti lo
mismo que a tu hermano. ¡Ánimo, hijo mío!"
La visita de Rafael
a Gabael
9:1 Entonces Tobías llamó a Rafael y le dijo:
9:2 "Hermano Azarías, toma contigo
cuatro servidores y dos camellos, y ve a Ragués.
9:3 Preséntate a Gabael, entrégale el
recibo y ocúpate del dinero; luego tráelo contigo a la boda.
9:4 Tú sabes que mi padre está contando
los días. Si me demoro un solo día más le dará un gran disgusto.
9:5 Por lo demás, conoces el juramento
que hizo Ragüel, y yo no puedo quebrantarlo".
Rafael partió para
Ragués de Media con los cuatro servidores y los dos camellos, y se alojaron en
la casa de Gabael. Le presentó el recibo y le dio la noticia de que Tobías,
hijo de Tobit, se había casado y lo invitaba a la boda. Gabael contó en seguida
las bolsas de dinero con los sellos intactos y las cargaron sobre los
camellos.
El encuentro de
Gabael y Tobías
9:6 Por la mañana temprano, partieron juntos para la
boda. Al llegar a la casa de Ragüel, encontraron a Tobías sentado a la mesa.
Tobías se levantó de un salto y lo saludó. Gabael lloró y lo bendijo con estas
palabras: "¡Qué hijo tan bueno de un padre excelente, justo y generoso!
Que el Señor te dé la bendición del Cielo a ti y a tu mujer, a tu padre y a los
padres de tu mujer. ¡Bendito sea ELOHA YHWH, que me ha permitido ver el vivo
retrato de mi primo Tobit!"
Inquietud de Tobit
y temores de su esposa
10:1 Mientras tanto, Tobit contaba uno por uno los
días que debía durar el viaje de ida y vuelta. Cuando se cumplió el plazo, sin
que su hijo hubiera vuelto,
10:2 pensó: "¿Lo habrán retenido
allí? A lo mejor, ha muerto Gabael y no hay nadie que le entregue el
dinero".
10:3 Y comenzó a preocuparse.
10:4 Ana, su mujer, decía: "¡Mi hijo
ha muerto, ya no está entre los vivos!" Y se puso a llorar y a lamentarse
por su hijo, diciendo:
10:5 "¡Qué desgracia, hijo mío! Yo te
dejé ir, a ti, la luz de mis ojos!"
10:6 Tobit le decía: "¡Tranquilízate,
hermana, no pienses eso! Él está bien. Habrán tenido algún contratiempo. Su
compañero es persona de confianza, es uno de nuestros hermanos. No te preocupes
por él. Llegará de un momento a otro".
10:7 Pero ella replicaba: "Déjame, no
trates de engañarme. Mi hijo ha muerto". Y todos los días salía a mirar el
camino por donde se había ido su hijo, porque no se fiaba de nadie. Al caer la
tarde, entraba en su casa y pasaba las noches llorando y lamentándose sin poder
dormir.
Despedida de Tobías
y Sara
Cuando pasaron los
catorce días de fiesta que Ragüel había prometido celebrar en honor de su hija,
Tobías fue a decirle: "Déjame partir, porque seguramente mi padre y mi
madre piensan que ya no volverán a verme. Te ruego, padre, que me dejes volver
a la casa de mi padre. Ya te dije en qué estado lo dejé".
10:8 Ragüel respondió a Tobías:
"Quédate conmigo, hijo mío. Yo enviaré mensajeros a tu padre Tobit, para
que le lleven noticias tuyas".
10:9 Tobías insistió: "No, por favor.
Déjame volver al lado de mi padre".
10:10 Ragüel le entregó en seguida a Sara,
con la mitad de todos sus bienes en servidores y servidoras, en bueyes,
carneros, asnos y camellos, en vestidos, plata y utensilios.
10:11 Así los hizo partir contentos. Al
despedirse de Tobías, le dijo: "¡Salud, hijo mío, y buen viaje! ¡Que el
Señor del Cielo los guíe, a ti y a tu esposa Sara, y que yo pueda ver a sus
hijos antes de morir!"
10:12 A su hija Sara le dijo: "Ve a
la casa de tu suegro. Desde ahora ellos son tus padres, como los que te hemos
dado la vida. Vete en paz, hija mía. ¡Ojalá toda mi vida pueda oír buenas
noticias tuyas!". Y después de abrazarlos, los dejó partir.
10:13 Edna, por su parte, dijo a Tobías:
"Hijo y hermano muy querido, quiera el Señor que vuelvas, y que yo tenga
vida para ver a tus hijos y a los de mi hija Sara antes de morir. En presencia
del Señor, te confío a mi hija para que la cuides. No la entristezcas ni un
solo día de tu vida. Vete en paz, hijo mío. De ahora en adelante, yo soy tu
madre y Sara es tu hermana. ¡Ojalá pudiéramos ser igualmente felices todos los
días de nuestra vida!". Luego besó a los dos y los dejó; partir llenos de
alegría.
10:14 Tobías salió feliz y contento de la
casa de Ragüel, bendiciendo al Señor del cielo y de la tierra, el Rey del
universo, por el buen resultado de su viaje. Ragüel le dijo: "¡Ojalá puedas
honrar a tus padres todos los días de su vida!"
La vuelta de Tobías
11:1 Cuando se acercaron a Caserín, que está frente a
Nínive,
11:2 Rafael dijo a Tobías: "Ya sabes
en qué estado dejamos a tu padre.
11:3 Adelantémonos para preparar la casa,
antes que llegue tu esposa con los demás".
11:4 Los dos siguieron caminando juntos, y
el Malak le recomendó a Tobías que tuviera a mano la hiel. El perro iba detrás
de ellos.
11:5 Ana estaba sentada con la mirada fija
en el camino por donde debía volver su hijo.
11:6 De pronto presintió que él llegaba y
dijo al padre: "¡Ya viene tu hijo con su compañero!"
11:7 Rafael dijo a Tobías, antes que él se
acercara a su padre: "Seguro que tu padre va a recobrar la vista.
11:8 Úntale los ojos con la hiel del pez;
el remedio hará que las manchas blancas se contraigan y se desprendan de sus
ojos. Así tu padre recobrará la vista y verá la luz".
11:9 La madre corrió a echarse al cuello
de su hijo, diciéndole: "¡Ahora sí que puedo morir, porque te he vuelto a
ver, hijo mío!" Y se puso a llorar.
La curación de
Tobit
11:10 Tobit también se levantó y, tropezando, salió
por la puerta del patio. Tobías corrió hacia él,
11:11 con la hiel del pez en su mano; le
sopló en los ojos y, sosteniéndolo, le dijo: "¡Ánimo, padre!" Después
le aplicó el remedio y se lo frotó.
11:12 Luego le sacó con ambas manos las
escamas de los ojos.
11:13 Entonces su padre lo abrazó llorando
y le dijo: "¡Te veo, hijo mío, luz de mis ojos!"
11:14 Y añadió: "¡Bendito sea ELOHA
YHWH!
¡Bendito sea su gran
Nombre!
¡Benditos sean todos
sus santos Malakes!
¡Que su gran Nombre
esté sobre nosotros!
¡Benditos sean los Malakes
por todos los
siglos!
11:15 Porque él me había herido,
pero tuvo compasión
de mí,
y ahora veo a mi hijo
Tobías".
Tobías entró en la
casa, lleno de gozo y bendiciendo a ELOHA YHWH en alta voz. Luego informó a su
padre sobre el buen resultado del viaje: le contó cómo había recuperado el
dinero y cómo se había casado con Sara, hija de Ragüel. Y añadió: "Llegará
de un momento a otro, porque está a las puertas de Nínive".
La llegada de Sara
11:16 Tobit salió al encuentro de su nuera hasta las
puertas de Nínive, bendiciendo a ELOHA YHWH lleno de alegría. Al verlo caminar
con todo su vigor, sin la ayuda de nadie, los habitantes de Nínive quedaron
maravillados. Tobit proclamaba delante de todos que ELOHA YHWH había tenido
misericordia de él y le había devuelto la vista.
11:17 Después se acercó a Sara, la esposa
de su hijo Tobías, y la bendijo, diciendo: "¡Bienvenida, hija mía!
¡Bendito sea ELOHA YHWH, que te trajo hasta nosotros! ¡Bendito sea tu padre,
bendito sea mi hijo Tobías, y bendita seas tú, hija mía! ¡Entra en tu casa con
gozo y bendición!"
11:18 Ese fue un gran día de fiesta para
todos los judíos de Nínive, y los sobrinos de Tobit, Ajicar y Nadab, vinieron a
compartir su alegría.
La recompensa
ofrecida a Rafael
12:1 Cuando terminó de celebrarse la boda, Tobit llamó
a su hijo Tobías y le dijo: "Hijo mío, ya es hora de pagarle lo convenido
a tu compañero, agregando incluso algo más".
12:2 Tobías le respondió: "Padre,
¿cuánto tengo que darle? Aunque le entregara la mitad de los bienes que él
trajo conmigo, no saldría perdiendo.
12:3 Él me ha conducido sano y salvo, ha
curado a mi esposa, ha traído conmigo el dinero y te ha curado a ti. ¿Qué puedo
darle por todo esto?"
12:4 Tobit le dijo: "Hijo, es justo
que se lleve la mitad de lo que trajo".
12:5 Tobías llamó a su compañero y le
dijo: "Toma en pago la mitad de lo que has traído, y vete en paz".
La manifestación de
Rafael
12:6 Entonces Rafael llamó aparte a los dos y les
dijo: "Bendigan a ELOHA YHWH, y celébrenlo delante de todos los vivientes
por los bienes que él les ha concedido, para que todos bendigan y alaben su
Nombre. Hagan conocer debidamente a todos los hombres las obras de ELOHA YHWH y
nunca dejen de celebrarlo.
12:7 Es bueno mantener oculto el secreto
del rey, pero las obras de ELOHA YHWH hay que revelarlas y publicarlas como es
debido. Practiquen el bien, y así el mal nunca los dañará.
12:8 Vale más la oración con el ayuno y la
limosna con la justicia, que la riqueza con la iniquidad. Vale más hacer
limosna que amontonar oro.
12:9 La limosna libra de la muerte y purifica de todo
pecado. Los que dan limosna gozarán de una larga vida.
12:10 Los que pecan y practican la
injusticia son enemigos de su propia vida.
12:11 Voy a decirles toda la verdad, sin
ocultarles nada. Ya les dije que es bueno mantener oculto el secreto del rey y
revelar dignamente las obras de ELOHA YHWH.
12:12 Cuando tú y Sara hacían oración, era
yo el que presentaba el memorial de sus peticiones delante de la gloria del
Señor; y lo mismo cuando tú enterrabas a los muertos.
12:13 Cuando no dudabas en levantarte de
la mesa, dejando la comida para ir a sepultar un cadáver, yo fui enviado para ponerte
a prueba.
12:14 Pero ELOHA YHWH también me envió
para curarte a ti y a tu nuera Sara.
12:15 Yo soy Rafael, uno de lo siete Malakes
que están delante de la gloria del Señor y tienen acceso a su
presencia".
12:16 Los dos quedaron desconcertados y cayeron
con el rostro en tierra, llenos de temor.
12:17 Pero él les dijo: "No teman, la
paz esté con ustedes. Bendigan a ELOHA YHWH perpetuamente.
v18 Cuando yo estaba
con ustedes, no era por mi propia iniciativa, sino por voluntad de ELOHA YHWH.
Es a él al que deben bendecir y cantar todos los días.
12:19 Aunque ustedes me veían comer, eso
no era más que una apariencia.
12:20 Por eso, bendigan al Señor sobre la
tierra y celebren a ELOHA YHWH. Ahora subo a Aquel que me envió. Pongan por
escrito todo lo que les ha sucedido". Y en seguida se elevó.
12:21 Cuando se incorporaron, ya no lo
pudieron ver más.
12:22 Ellos bendecían a ELOHA YHWH,
entonando himnos, y lo celebraban por haber obrado esas maravillas, ya que se
les había aparecido un Malak de ELOHA YHWH.
Acción de gracias que a la vez
abre perspectivas de futuro. La luz plena brillaráun día y Yahrushaláyim
resplandecerá. Is 60-62
El canto de Tobit
13:1 Y Tobit dijo: "¡Bendito sea ELOHA YHWH, que
vive perpetuamente, y bendito sea su reino!
13:2 Porque él castiga y tiene compasión,
hace bajar hasta el Abismo y hace subir de la gran Perdición, sin que nadie
escape de su mano.
13:3 ¡Celébrenlo ustedes, Yisraelitas,
delante de todas las naciones! Porque él los ha dispersado en medio de
ellas,
13:4 pero allí les ha mostrado su
grandeza. Exáltenlo ante todos los vivientes porque él es nuestro Señor,
nuestro ELOHA YHWH y nuestro Padre, él es ELOHA YHWH por todos los siglos.
13:5 Él los castiga por sus iniquidades,
pero tendrá compasión
de todos ustedes,
y los congregará de
entre todas las naciones
por donde han sido
dispersados.
13:6 Si vuelven a él
de todo corazón y con
toda el alma,
practicando la verdad
en su presencia,
él se volverá a
ustedes
y no les ocultará más
su rostro.
13:7 Miren lo que ha hecho con ustedes
y celébrenlo en alta
voz.
Bendigan al Señor de
la justicia
y glorifiquen al Rey
de los siglos.
13:8 Yo lo celebro en el país del
destierro,
y manifiesto su
fuerza y su grandeza a un pueblo pecador.
¡Conviértanse,
pecadores,
y practiquen la
justicia en su presencia!
¡Quién sabe si él no
les será favorable
y tendrá misericordia
de ustedes!
13:9 Yo glorifico a mi ELOHA YHWH, el Rey
del cielo,
y mi alma proclama
gozosamente su grandeza.
13:10 Que todos lo celebren en Yahrushaláyim:
Yahrushaláyim, Ciudad
kadosh,
ELOHA YHWH te castigó
por las obras de tus hijos,
pero volverá a
compadecerse de los hijos de los justos.
13:11 Alaba dignamente al Señor
y bendice al Rey de
los siglos,
para que su Templo
sea reconstruido con alegría,
13:12 para que ELOHA YHWH alegre en ti a
todos los desterrados
y muestre su amor a
todos los desdichados,
por los siglos de los
siglos.
13:13 Brillará una luz resplandeciente
hasta los confines de
la tierra;
pueblos numerosos
llegarán a ti desde lejos,
y los habitantes de
todos los extremos de la tierra
vendrán hacia tu
santo Nombre,
con las manos llenas
de ofrendas para el Rey del Cielo.
Todas las
generaciones manifestarán en ti su alegría,
y el nombre de la
Ciudad elegida
permanecerá para
siempre.
13:14 ¡Malditos sean los que te insulten,
malditos los que te
destruyan,
los que derriben tus
murallas,
los que echen por
tierra tus torres
y los que incendien
tus casas!
Pero ¡benditos para
siempre los que te edifiquen!
13:15 Entonces tú te alegrarás y te
regocijarás
por los hijos de los
justos,
porque todos ellos
serán congregados
y bendecirán al Señor
de los siglos.
¡Felices los que te
aman,
felices los que se
alegran por tu paz!
13:16 ¡Felices los que se afligieron por
tus desgracias,
porque se alegrarán
en ti
y verán para siempre
toda tu felicidad!
¡Bendice, alma mía,
al Señor, el gran Rey,
13:17 porque Yahrushaláyim será
reconstruida,
y también su Templo
por todos los siglos!
¡Feliz de mí, si
queda alguien de mi descendencia
para ver tu gloria y
celebrar al Rey del cielo!
Las puertas de Yahrushaláyim
serán hechas de zafiro y esmeralda,
y todos sus muros, de
piedras preciosas;
las torres de Yahrushaláyim
serán construidas de oro,
y sus baluartes, de
oro puro.
Las calles de Yahrushaláyim
serán pavimentadas
de rubíes y de
piedras de Ofir;
13:18 las puertas de Yahrushaláyim
resonarán con cantos de alegría;
y todas sus casas
dirán: ¡Aleluya!
¡Bendito sea el ELOHA
YHWH de Yisrael!
Y los elegidos
bendecirán el Nombre santo,
por los siglos de los
siglos".
14:1 Así terminó Tobit su canto de acción
de gracias.
Palabras finales y
muerte de Tobit
14:2 Tobit murió en paz a la edad de ciento doce años
y fue enterrado honrosamente en Nínive. Él tenía sesenta y dos años cuando se
quedó ciego; y después de recuperar la vista, vivió en la abundancia, haciendo ofrendas,
bendiciendo siempre a ELOHA YHWH y celebrando su grandeza.
14:3 Cuando estaba por morir, llamó a su
hijo Tobías y le recomendó: "Hijo mío, llévate a tus hijos
14:4 y parte en seguida para Media, porque
yo creo en la palabra que ELOHA YHWH pronunció contra Nínive por medio de
Nahúm: todo eso se realizará y le sobrevendrá a Asiria y a Nínive. Se cumplirá
todo lo que han anunciado los profetas enviados por ELOHA YHWH. No se perderá
ninguna de sus palabras, y todo sucederá a su tiempo. Habrá más seguridad en
Media que en Asiria y en Babilonia. Porque yo sé y creo que todo lo que ELOHA
YHWH ha dicho se cumplirá y se realizará: no fallará ni uno solo de sus
oráculos. Nuestros hermanos que habitan en la tierra de Yisrael serán llevados
cautivos fuera de su hermoso país. Toda la tierra de Yisrael quedará desierta.
Samaría y Yahrushaláyim quedarán desoladas. La Casa de ELOHA YHWH será
incendiada y devastada por algún tiempo.
14:5 Pero ELOHA YHWH volverá a compadecerse
de ellos y los hará volver a la tierra de Yisrael. Ellos reconstruirán su Casa,
aunque no como la primera, hasta que se cumpla el tiempo señalado. Entonces
volverán todos del destierro y reconstruirán Yahrushaláyim con toda su
magnificencia. La Casa de ELOHA YHWH será reconstruida en ella, como lo
anunciaron los profetas de Yisrael.
14:6 Todas las naciones de la tierra se
convertirán y temerán de verdad a ELOHA YHWH. Todos abandonarán los ídolos que
los hicieron extraviar en el error.
14:7 Y ellos bendecirán al ELOHA YHWH de
los siglos, practicando la justicia. Todos los Yisraelitas que se hayan salvado
en aquellos días se acordarán sinceramente de ELOHA YHWH e irán a reunirse en Yahrushaláyim;
habitarán seguros en la tierra de Abraham y la recibirán para siempre. Se
alegrarán los que aman verdaderamente a ELOHA YHWH, y desaparecerán de la
tierra los que cometen el pecado y la injusticia.
14:8 Ahora, hijos míos, yo les recomiendo
que sirvan a ELOHA YHWH de verdad y que hagan lo que a él le agrada. Manden a
sus hijos que practiquen la justicia y la limosna, que se acuerden de ELOHA
YHWH y bendigan de verdad su Nombre, siempre y con todas sus fuerzas.
14:9 Tú, hijo mío, vete de Nínive; no te
quedes aquí.
14:10 Una vez que hayas enterrado a tu
madre junto a mí, parte el mismo día y no te quedes más en este país, donde veo
que se cometen desvergonzadamente la iniquidad y el engaño. Mira, hijo mío,
todo lo que hizo Nadab con Ajicar, que lo había criado. ¿Acaso no lo sepultó en
vida? Pero ELOHA YHWH hizo pagar su infamia al criminal, porque Ajicar salió a
la luz, mientras que Nadab entró en las tinieblas eternas, por haber tramado la
muerte de Ajicar. A causa de sus ofrendas, Ajicar se libró de la trampa mortal
que le había tendido Nadab, y este cayó en ella para su perdición.
14:11 Vean entonces, hijos míos, cuál es
el fruto de la limosna y cuál el de la injusticia que lleva a la muerte. Pero
ya me falta el aliento". Entonces lo tendieron sobre su lecho, y él murió
y fue enterrado honrosamente.
Los últimos años de
Tobías
14:12 Cuando murió su madre, Tobías la enterró al lado
de su padre. Después partió con su esposa para Media y se estableció en
Ecbátana, junto a su suegro Ragüel.
14:13 Él cuidó respetuosamente a sus
suegros durante su vejez, y los enterró en Ecbátana de Media. Tobías heredó el
patrimonio de Ragüel y el de su padre Tobit,
14:14 y vivió rodeado de estima, hasta la
edad de ciento diecisiete años.
14:15 Antes de morir, fue testigo de la
ruina de Nínive, y vio como sus habitantes eran llevados cautivos a Media por
Ciajares, rey de Media. Él bendijo a ELOHA YHWH por todo lo que había hecho a
los ninivitas y a los asirios. Antes de su muerte, pudo alegrarse por la suerte
de Nínive y bendijo al Señor ELOHA YHWH por los siglos de los siglos. Amén.
Shalom
Ubrajot de su aj Jonathan Martínez